Conozco a muchos locutores de segunda y tercera generación que siguieron a su familia en el negocio. Otros no tienen parentesco con nadie en los medios de comunicación, pero eso no disminuye el espíritu y el sentimiento de familia dentro de la radio. Es ese vínculo el que a menudo empuja el nivel de tolerancia, aceptación y compromiso con una industria que no recompensa el éxito por igual. La familia de la radio es uno de los atributos que hacen atractivo estar en este negocio.

La familia de la radio ha evolucionado en los últimos años. El talento ya no se desplaza por todo el país o el mundo en busca de trabajo al mismo nivel que antes. Así fue como muchos de nosotros avanzamos en nuestras carreras. Te mudabas, a menudo arrastrando a tu familia, por un poco más de dinero y lo que esperabas que fueran muchas más oportunidades. A veces resultaba y a veces no.

La situación de ser nuevo en una comunidad es lo que creaba un vínculo dentro del equipo de tu emisora, y ocasionalmente con personas de otras emisoras de radio de tu mercado, ya que lo común era estar sin familia. Eso creó lazos en los que las familias crecieron juntas a medida que se formaban amistades.

La familia McVay, 1995
No querer volver a mudarnos fue uno de los factores que llevaron a fundar McVay Media en 1984. Nuestro primer hijo tenía 5 años y había empezado el colegio. Mi mujer estaba embarazada de nuestro segundo y último hijo. Ya no queríamos mudarnos. Queríamos que fueran al mismo sistema escolar durante toda su etapa educativa. Estábamos a tres horas en coche de un grupo de abuelos del sureste y del otro grupo a tres horas del centro-sur. Para nosotros era perfecto quedarnos donde vivimos y la mejor manera de hacerlo era controlando nuestro propio destino. Así nació McVay Media. Hoy esa elección se centra más en si un empleado puede trabajar a distancia o no.

La pandemia cambió la vida de muchos. No hubo absolutamente nada bueno en la pandemia. Algunos perdimos a seres queridos. Algunos perdieron su trabajo, fueron despedidos y sufrieron recortes salariales. Se hizo difícil ir a cualquier sitio. Fueron tiempos difíciles. Cambió dónde y cómo vivimos. Eso aceleró el trabajo desde casa e introdujo un mundo en el que la gente no tenía que desplazarse para trabajar en persona en el mismo lugar. A la inversa, permitió a muchos profesionales de la radiodifusión tener vidas más parecidas a las de la audiencia a la que se dirigen mientras están en antena. Ha permitido a los mercados menos deseables atraer a talentos estelares al permitirles trabajar a distancia. La WFH ha mejorado la eficiencia de muchos trabajadores de la radio. Eso es indiscutible.

Lo que se ha perdido desde la pandemia es el ambiente y el espíritu familiar que existía antes. Se ha hecho más difícil crear el sentimiento de "equipo" debido a la distancia entre los talentos, la dificultad de reunirse en persona y el uso de la multitarea que dificulta programar reuniones de grupo.

La cultura ha pasado a un segundo plano en muchos casos, ya que vivimos en un mundo en el que la ejecución de tareas se ha convertido en algo más importante que la creación y el fomento de un equipo. No tenemos por qué renunciar a la familia radiofónica por la distancia, pero hace falta un esfuerzo y un trabajo concertados para mantener vivo el espíritu.

La dirección debería empezar por reconocer y recompensar los éxitos. Deben celebrar reuniones de equipo con una cadencia regular, la que sea, para que el grupo se mantenga unido como equipo. Sean los asistentes a distancia o en persona, estar juntos es importante, ya que así es como se empieza a construir una familia.

Es en estas reuniones donde se comparte información, se proporciona dirección al equipo, se reconoce el rendimiento y se reconocen los logros. Es una oportunidad para crear un equipo con un objetivo y un destino en mente. Cuando trabajaba como Vicepresidente Ejecutivo de Contenido y Programación para un grupo importante, comenzábamos cada reunión de programación corporativa de los lunes por la mañana reconociendo los objetivos de la empresa y lo que deseábamos lograr esa semana. El propósito de esas reuniones era compartir información y alimentar en el equipo el sentimiento de Equipo.

La cultura familiar es importante. Sentirse parte de un equipo es importante para quienes trabajan contigo y para ti. La pertenencia es fundamental, independientemente del origen de cada uno y de dónde ejerza su oficio. Reunir a los que trabajan en la empresa y a los que trabajan desde casa depende de la dirección de la empresa y de cada departamento.

Las personas influyen más en el éxito que cualquier otra cosa que haga una emisora de radio para ganar. La forma en que las personas avanzan como equipo se debe a la cultura. Tiene que haber una, y tiene que ser buena.

Fuente: Radio INK